domingo, 26 de abril de 2015

Amor en serie adelanto


AMOR EN SERIE 
ADELANTO EN EXCLUSIVA 
Los tres primeros capítulos:

Capítulo 1 El reencuentro

Sus ojos azules tenían hoy más que nunca un brillo especial y no era porque el vestido que llevaba hacia juego con sus ojos color turquesa, sino porque hoy lo volvería a ver después de dos meses que habían terminado las grabaciones no había sabido más nada de él, no la había llamado, además el día de la despedida ni siquiera le dio un simple beso de despedida estaba enfadado con ella, por lo que le había hecho unos días antes, pero ella hoy le quería confesar lo que sentía por él, no sabía cómo, pero se había enamorado de él, y había sido tan tonta de no querer ver, por eso se rizo su melena rubia y se puso ese vestido porque ella quería que la mirara otro vez.
-Amaia cariño – le dijo una voz detrás- Que guapa vas, hija ¿dónde vas hoy?
-Voy a ir a la entrega de los premios de la televisión, a ver si nos lo llevamos por la serie. –le dijo Amaia a su madre.
-Hija va ir el chico este, ¿cómo se llama?- pregunto.
-Miguel, eso espero. – Eso quería volver a verlo otra vez aunque fuera la última.
-Ahí hija me encanta ese chico para ti, hacéis una pareja en pantalla tan linda.
-Mama, por favor.- Se miraba al espejo y recordó el día de la premier cuando él, la beso en la mano y sintió un estremecimiento que la hizo temblar de nuevo.
-Es que todos hemos visto cómo te mira menos tú.
-Y como me mira mama. –si ella veía sus ojos color avellana mirándola fija y derritiendo hasta el último rincón de su alma.
-No sé hija pero parece que le gustas, no sé hija no me hagas caso, porque él se ha marchado de la serie, y a lo mejor ni siquiera le vuelves a ver más, pásatelo muy bien y disfruta, y no te pongas nerviosa si te dan el premio.
Se volvió y abrazo fuertemente a su madre, se puso los tacones y se marchó.

Llego al auditorio y se encontró con María que iba muy guapa con un vestido plateado, también estaba Xena que iba de rosa, se saludaron todas.
-María va a venir Miguel tú me dijiste que sí.
-No sé Amaia, a mí me dijo que si, ya sabes que él esta nominado a mejor actor, pero ya sabes que no le gustan mucho estas cosas, vámonos para adentro venga que hay que pasar por el photocoll.
-Espera ahora entró, me quedo aquí.
Las chicas entraron y Amaia se quedo esperando a ver si le veía, al final decidió entrar hacerse las fotos, empezaron los flashes, a disparar y ella sonrió, entonces todos empezaron a mirar al otro lado y echar fotos, era él, venía con un esmoquin negro estaba guapísimo como siempre, entonces sus miradas se cruzaron, él le sonrió con aquella sonrisa que tanto le gustaba a ella, y ella le correspondió con la mejor de sus sonrisas.
Se acercó a ella le dio un beso en la mejilla muy sutil y suave, ella le miro ensimismada sus bellos ojos y sintió un dolor en el corazón tan fuerte, que la paralizo.
 -Amaia que guapa estas, y que bien hueles.
 -Tú también estas muy guapo
 -Venga una juntos.-los dos se miraron tímidamente como si se acabaran de conocer.
-Mejor no, ya no soy el Márquez ha muerto, hoy vengo como el actor y Amaia y yo no venimos juntos, ella vendrá con su pareja.-esas palabras salieron con rencor de su boca y también de celos, sentía unos celos terribles que ella estuviera en brazos de otro, lo que nadie sabía es que él se había marchado porque no soportaba estar cerca de ella y no poder tenerla. Tan cerca y tan lejos.
 -Vengo sola, a mí no me importa una última foto juntos.-ella le cogió la mano a él, él la apretó con fuerza sin dejar ni un instante de mirarla a los ojos, ella se puso delante y él la rodeo con sus brazos su fina y esbelta figura, ella le entrelazó las manos con las suyas y los dos posaron como tantas veces habían hecho antes. Un fuego interior quemaba sus corazones, al unísono como un solo ser, ella sintió morir en sus brazos, y el sintió morirse en los suyos.

Los premios empezaron y los dos se sentaron juntos, y con las chicas, como siempre llego tarde Neira el que hacía de marido de ella en la serie en la que trabajaban los dos, que se sentó al lado de Amaia y empezó a mirarla de arriba, abajo.
 -Estas para comerte Amaia de guapa, tengo unas ganas de que empiece la próxima temporada, lo que voy a disfrutar. –hacia un personaje mucho mayor que ella, pero también había muerto como el protagonista.
 -Es que vas a volver. –le dijo mirándole ya que los dos se suponía se habían marchado de la serie a la par.
 -Con mi bella esposa y joven, guapa, Miguel la has mirado que guapa esta hoy.
Miguel se acercó al oído de Amaia y le dijo:
-Te está comiendo con los ojos, como siempre babeando por ti. –Amaia le sonrió con una sonrisa pícara y mordiéndose el labio.
 -Y tu Mario donde te lo has dejado, no viene a los premios con su guapa novia
 -No lo hemos dejado no soporto las infidelidades, se ha liado con la que hace de su novia en la otra seria, Laura algo no me acuerdo de su nombre ahora.
-Ese pobre es tonto, teniéndote a ti, irse con nadie. –los dos se miraron, si las miradas hablasen, se podrían derretir hasta los polos.
-Me has perdonado ya, o sigues enfadado conmigo, ni siquiera te despediste de mí el último día de rodaje.
 -No me gustan las despedidas, la verdad es que todavía me dura el enfado contigo. –ella le sonrió pícaramente.
 -No fue para tanto, solo quería gastarte una broma, quedarme contigo, como una inocentada, que te llevaras un recuerdo mío.
 -Si pues a mí me hubiera gustado llegar al final, si querías que me hubiera llevado un recuerdo tuyo.
 -No soporto la infidelidad ni me gusta hacérselo a nadie, pero si fuera ahora mismo todo sería diferente.
 -Diferente, en qué sentido en que estábamos rodando una escena de cama, y te digo que pares, y menos mal que lo hice disimuladamente, hice que te besaba el cuello y te dije para Amaia, que no puedo más, hasta te mordí el brazo, te recuerdo lo que hiciste me cogiste la cara y seguiste, te tuve hasta que empujar y todo. Claro tú no te enterabas de nada estabas tan contenta.
 -Contento te quedaste tú, que yo me marche de la escena y todos nos fuimos y tú te quedaste fatal.
 -Y tan fatal me di tres duchas frías una detrás de otra. –ella sonreía pícaramente, los dos se miraron con deseo.
De repente dijeron su nombre había ganado el premio al mejor Actor, se levantó, Amaia le beso las mejillas y le felicito, él se levantó, y agradeció a todos el premio a sus compañeros y en especial a su madre, luego ganaron el de mejor serie, sonó la canción y se levantaron todos, menos Miguel que se quedó sentado, Amaia le dio la mano y le dijo: Este premio también es tuyo, ven. Agradecieron el premio, todos se felicitaron se iban a marchar todos de fiesta.
 -Vente con nosotros, a la fiesta.
 -No me gustan las fiestas.
-Yo deseo que vengas, muchísimo.
 -Hace mucho tiempo yo deseaba algo, pero no lo conseguí. –la mirada de ella se cruzó con sus ojos, sabía a qué se refería, lo recordó, estaban en la segunda premier se había estado toda la premier tonteando, Miguel con ella y ella con él, acariciándose, tocándose las manos, cogiéndose por la cintura, mirándose fijamente, compartiendo risas, hasta besos en el cuello, cuando volvieron al hotel, los dos estaban subiendo en el ascensor, y entonces él la beso, la beso no como besaba el Márquez, ese no era los besos del Márquez, eran los besos de un Miguel totalmente entregado de pasión hacia ella. Recordó sus palabras
Amaia te deseo tanto, quiero que esta noche la pasemos juntos, en mi casa, cámbiate yo te espero –ella no había rechazado su beso, pero no podía hacerlo sino no sería fiel a sus principios, aunque dudo cuando se cambió, él la esperaba en el ascensor, apoyado en la puerta, todo sexy como era él cuando quería seducir, ella en ese momento tenía que estar loca para decir lo que dijo: -Miguel no puedo estoy saliendo con un chico y nos estamos conociendo. –a él se le rompió el corazón en dos, y ella sintió que estaba loca.
Volvió al presente.
-Me equivoque aquel día, creía que estaba enamorada de esta persona, pero no, nunca lo quise.
 -Qué quieres Amaia ahora.
 -Quiero que vengas a la fiesta, y no pensar.

Tardo en convencerle, pero lo consiguió, la fiesta la daba en una discoteca, José estaba venga bailar con varias chicas, María estaba con su novio, Xena también, Amaia y Miguel estaban sentados los dos a la barra.
 -Amaia que quieres tomar. –la dijo mirándola de una manera arrebatadora.
 -Lo que tú tomes. –Le dijo abriendo los ojos azules muchísimo, mirándole seduciéndole con cada una de sus miradas.
-Dos tequilas. –dijo al camarero, luego la miro a los ojos y puso una cara de malo de cuidado.
 -Miguel esto está muy fuerte, me quieres emborrachar.
 -Es posible, me gustaría ver la Amaia salvaje, que no conozco.
 -Bueno el otro día ya la conociste un poco, además ya todo el mundo dice que soy muy buena fingiendo, soy la Meg Ryan española.
 -A tu salud. –Los dos brindaron se tomaron el tequila, pero a ella le quemo la garganta ni el limón la calmo.
 -Amaia vente a bailar –le dijo su marido en la ficción y compañero de serie, los dos se fueron a bailar y Miguel se quedó mirándolos, los celos le quemaban más que el tequila que se había bebido además, alter ego que le quito una vez a su amada en la serie, le tenía puesta la mano en la espalda, ya que el vestido que Amaia llevaba era todo descubierto por la espalda y atado al cuello, de un azul intenso. Le vino de repente una idea para separarlos para que no bailaran juntos se acercó al discjockey y le pidió la última canción que sonó, en la última escena que hicieron el amor ficticio en la serie.
Empezó la canción y él se acercó Amaia, le ofreció la mano,
-Esta es nuestra canción, señorita Amaia, y yo deseo bailarla contigo.
El la estrecho en sus brazos, ella le rodeo los brazos a su cuello, empezaron a mirarse fijamente a los ojos, acercar sus cuerpos suavemente, hasta que no quedaba ni el aire, mientras él con una mano acaricio suavemente su espalda, ella sintió un escalofrió que recorría su cuerpo, solo sabía que deseaba besarle, le miro los labios y sintió un deseo terrible de besarlos, ella le acaricio el pelo que lo llevaba más corto de cuando grababan, la canción termino pero ellos seguían bailando abrazados.
María y Xena estaban las dos juntas con sus respectivas parejas se miraron.
 -Aquí va a ver lio seguro. –Dijo una María que sonrió
 -Se veía venir, yo siempre lo he pensado, tú has visto cómo se miraban cuando grabábamos la serie, a él le mola ella desde que estaba con su anterior novio, ella se ha ido enamorando de él poco a poco, se ve que hay deseo contenido, solo tienes que ver la última escena que estaban los dos juntos. –le dijo Xena tomando de su copa.
-Ya la vi cuando la echaron montada y con la canción que esta sonando por cierto, mis amigas decían que parecía que lo estaban haciendo el amor de verdad.
Miguel y Amaia se tomaron otros dos tequilas más, Ella cada vez tenía la sonrisa más floja y la mirada más brillante, ella acerco sus labios a al oído de él y le dijo muy suave:
Te deseo tanto, que no puedo más, vámonos quiero estar contigo. Él la miro y la sonrió con una sonrisa pícara.
Fueron en un taxi al ático de él, mientras subían en el ascensor, se besaron apasionadamente, el ascensor se abrió allí estaban los dos besándose ni siquiera se habían dado cuenta, él se dio cuenta y tiro de ella.
-Miguel estoy un poco mareada. –entonces él la cogió en brazos y abrió la puerta como pudo, cerró la puerta con el pie, y se fue con ella en brazos y la tumbo en la cama y se quitó la chaqueta, y la corbata ella le miraba, se tumbo encima de ella y empezó a besarla más intensamente y le empezó a desatar el nudo del vestido que lo tenía agarrado al cuello, pero entonces sonó el maldito teléfono móvil de Miguel.
-No contestes quédate conmigo. –dijo ella que le deseaba tantísimo.
 -Espera no me voy a ir ningún sitio, sólo voy a contestar, no te muevas –se levantó y contesto se había dejado el premio en la discoteca, lo tenía María guardado, le dio las gracias y colgó empezó a quitarse la camisa, se quedo con su cuerpo fibroso y musculoso, cuando llego a la habitación ella estaba dormida.
 -Amaia, Amaia. –ella apenas abrió los ojos y le contesto como en ensoñación.
-Quiero dormir estoy mareada. –él se desespero pero sintió tanta ternura al verla dormida, tiro de la sabana y la corcha, se acercó a ella y le desato el vestido del cuello, no sabia si cerrar los ojos, aunque ya con todas las escenas que habían rodado juntos estaba acostumbrado a verla desnuda, pero los cerro y le echo la corcha por encima, se quitó los pantalones y se echo a su lado antes de dormirse le dio un beso suave en los labios, en el fondo prefería esperar al día siguiente, porque quería disfrutar del momento que tanto tiempo había estado esperando, y estar totalmente en la realidad para no perderse nada y quería que ella estuviera consciente de todo.













Capítulo 2 Despertar a tu lado

Abrió los ojos lentamente y sintió frio, miró la lámpara no le sonaba, se miro, estaba semidesnuda y en una cama extraña, había alguien a su lado se volvió lentamente, él estaba de espalda, pero que espalda tenia, que atractivo era, no se acordaba, dios mío que hecho se asomó lentamente y vio su cara, era Miguel, y no me acuerdo, seré tonta
No puede ser, no me podido perder algo tan bueno, como es haber estado con él por primera vez, bueno no era la primera vez que estaba con él en la cama, o quizás si bueno que lio mental tenia, había estado con el personaje, pero todo eso era fingido, sintió un escalofrió vio que se movía lentamente y ella se hizo la dormida y él se sentó en la cama y la miro, ella estaba de espaldas a él.
-No te hagas la dormida que te he sentido despertarte, ven, ven. Ella se giró con la sabana la llevaba casi por el cuello, estaba toda tímida.
 -Ayer bien que gritabas, pensaba que ibas a despertar a todos los vecinos, ayer no estabas tan tímida. –le estaba tomando el pelo un poquito, se estaba vengando.
 -No recuerdo debí de beber mucho anoche para meterme en tu cama.
 -No cambiaras nunca Amaia no me gusta que seas tan soberbia, por qué dices siempre con ese tono, ayer eras tú la que te querías meter en mi cama y ahora me vienes con esto
 -No quería decir eso, me has malinterpretado.-una lagrima cayo por sus ojos, tiro de la sabana y se levantó, se la enrollo y empezó a recoger sus cosas. –ese era su problema no se entendían, y todo lo malinterpretaba uno del otro ese había sido el problema de ellos siempre, se amaban, pero no se entendían, él se levantó detrás de ella, ella se disponía a ponerse el vestido, y él la cogió como si de un rollito de primavera se tratara, y se la llevo como si fuera un saco,
 -Miguel eres tonto suéltame por favor- y la tiro en la cama.
-Te comportas como una niña, siempre igual.
-Y tú no sabes tratarme. –ella se levantó y se puso a la altura de sus ojos, se miraron sin apenas hablar durante un segundo sus labios se acercaron y se besaron tímidamente y luego más intensamente, mas apasionadamente, él le rodeo la cintura con sus manos eran como dos llamas incandescentes, ella le abrazo y rozo su maravilloso cuerpo musculoso, él tiro de la sabana que les separaba sus cuerpos y se unieron en un compás de caricias y besos, que iban desde su cuello hasta su ombligo, después de compartir besos tiernos, húmedos, se unieron en un compás de deseo contenido y pasión desenfrenada, dónde sus cuerpos se unieron en un solo ser y sus corazones latieron a la vez de deseo, pasión y amor. Por fin habían hecho el amor, por fin todo lo que los dos habían deseado durante todo este tiempo se había cumplido estar juntos.

Los dos estaban como unos adolescentes que han descubierto por primera vez el amor, abrazados durante horas y mirándose a los ojos, no hacían nada más que mirarse y abrazarse, besarse y otra vez volvieron hacer el amor. A media tarde sonó el teléfono y Miguel lo cogió y contesto empezó hablar ella se acercó y como si de un juego se tratara empezó a besarle, no le dejaba hablar por teléfono, él se sonreía tubo que colgar a su representante antes de tiempo, se volvió y empezaron a jugar en la cama él le cogió las muñecas y la dejo, sin movimiento.
 -Eres muy traviesa, -la beso y luego le miro sus ojos que tenían un intenso azul cielo- no me cansare jamás de perderme en el mar de tus ojos, cuando me miras me derrito, no me gustaría separarme de ti ni un solo segundo pero me voy a hacer un poco de ejercicio, me voy a dar unas carreras y vuelvo.-se acercó y le dio un beso en la nariz. -Me acompañas mi niña.-se levantó y se puso una sudadera deportiva y unos pantalones deportivos, se calzo las Nike.
-No mi amor tengo un poco de sueño, no me has dejado dormir nada.
-Si es media tarde, como vas a dormir otra vez. –ella cogió la camisa de él que estaba tirada al lado de la cama y se la puso, y se la abrocho pero sólo la mitad de los botones, se acercó a él y le abrazo por detrás. Empezó a besarle el cuello suavemente y él hecho la cabeza para atrás, empezó a sonreírse pícaramente.
-Quédate aquí conmigo –le dijo muy suavemente al oído.
-No seas mala. –le dio un beso corto y se marchó.
Ella se quedo pensativa y decidió darse una ducha, hasta que él volviera, se enrollo una toalla y como buena mujer que es cotilleo en el baño, había en el armario espuma, una crema nutritiva, maquinillas de afeitar. Salió al comedor y cotilleo en el comedor tenía unos guiones en él, y también una foto de ella, era de la premier, que fuerte, su corazón empezó a moverse cada vez más deprisa abrió otro cajón y se encontró una sorpresa un tanga, golfo pensó, quien se lo habría dejado, pues eso la hizo ponerse celosa a rabiar, y eso que seguramente era anterior a ella, siguió cotilleando, se fue al armario de él, vio ropa de marca y también ropa muy sencilla, como era el muy sencillo y trasparente, se fue a la cocina, bueno que desastre de cocina tenia, ella se puso a recoger algunas cosas, y luego miro en la nevera, no había casi comida era un desastre, miro en el congelador y encontró un helado de chocolate, lo saco y empezó a comérselo con una cuchara estaba exhausta, tanta pasión la había hecho que tuviera un hambre que ni te cuento, se fue con su helado al comedor y miro la música que él tenía, no estaba mal pero era muy de estilo del sur, le gustaba mucho el flamenco, y ella era mucho más cañera en ese sentido, bueno decidió que se iba a vestir, se fue al cuarto a buscar, recogió el vestido, los zapatos, pero no encontraba las braguitas, se las habían quitado por eso no sabia dónde estaban, donde las habría puesto Miguel busco entre las sabanas y nada, se echó en la cama estaba desesperada había perdido las bragas y las ganas de buscarlas también, se durmió.
Cuando llego él, la vio dormida y se sonrió la tapo un poco y se fue a duchar, mientras el agua caía por su piel, se le ocurrió una locura de amor, estaba embargado de amor por todos los costados de su corazón, se vistió y preparo una pequeña bolsa de viaje, luego como si de un príncipe azul se tratara se acerco y la beso a la bella durmiente, ella despertó y le miro.
 -Princesa para de dormir, que quiero darte una sorpresa, vístete.
-Donde está mi ropa.
-Está aquí, -él la miro.
-Es que no encuentro mis bragas, me las rompiste al quitármelas. –él sonrió.
 -No, querías que te las rompiera. –los dos se sonrieron. –aunque sé dónde están te las guarde para que no te marcharas, antes de que yo volviera. Ella le miro y le dio en el hombro cariñosamente. –vamos Amaia vístete rápido, quieres que te ayude.
-No gracias.

Los dos salieron de la mano del portal, se subieron en al utilitario viejo de él.
-Miguel con lo que has ganado en la serie no te ha dado para cambiar de coche todavía.
 -Porque me gusta mi coche –por el espejo se veía su sonrisa esa que había enamorado a tantas mujeres de tantos lugares de España desde el pueblito más pequeño, hasta la maravillosa florida. –Vamos a tu casa, quien hay en tu casa ahora.
 -Mi madre, bueno así me cambio, por que tengo un poco de frio con esta ropa.
-Que guapa, preciosa así vestida, pero esto es una sorpresa y tú no vas a entrar, en tu casa, lo haré yo.
-Te has vuelto completamente loco, que va a pensar mi madre.
-Coge el teléfono y dile que un amigo tuyo va para allí y que le ayude en todo lo que pida.
-Miguel yo subo dime que es lo que tengo que coger –él asintió con la cabeza que no.- --Miguel –le dijo suplicándole, pero nada era imposible.
-Confía en mí – le acaricio la pierna a ella.

Llegaron a la casa y él subió, ella se quedó en el coche sentada, muy pensativa, al momento le vio salir, salía con su madre, que le sonreía, se abrazaron los dos, y se dieron dos besos. Bueno ya se aliado con mi madre, lo que me faltaba. Traía una bolsa que ella imagino que era su ropa, bueno la iba a llevar algún sitio. Entro en el coche.
-¿Que te ha dicho mi madre?
-Pues lo que me dicen todas las mujeres de España cuando me ven, que les encanta Márquez, que lo hago muy bien, que les ponga la voz, y que soy más guapo al natural.
 -No té ha preguntado por mí.
-Si me ha dicho que te cuidara, y que confiaba en mí, y yo le he dicho que te iba a cuidar mucho porque ahora tú eres mi niña. –él se acercó y la beso suavemente.










Capítulo 3 Una sorpresa inesperada

Dirigió su coche al aeropuerto en salidas internacionales, lo dejo en el parking, cogió las dos bolsas y los dos se dirigieron hacia al mostrador:
-Quédate aquí, que voy a comprar los billetes y te quiero dar una sorpresa. –todo esto sonriendo, le acaricio suavemente la cara.
-Voy al baño a cambiarme de ropa, me hablas cogido ropa de abrigo. –él la miro como pensando la he liado. –no me hablas cogido nada mas que vestidos cortos.
Ella se llevo la bolsa al baño y miro el contenido, mentiroso le había echado unos vaqueros, y camisetas, bueno y montones de ropa interior, hombres no piensan nada mas que en lo mismo, y una chaqueta menos mal, pero también había algo en la bolsa que la sorprendió, un vestido rojo que tenía mucha historia, era el vestido que su personaje se puso, cuando él la había besado por primera vez aunque fuera todo mentira y todos los miraran, a ella se le paro el mundo en ese momento, estaba echa un flan, nunca había tenido un compañero de rodaje tan atractivo y tenía miedo a enamorarse de él, aunque en esa época ella era muy feliz con su chico, pero la movía una tentación cada vez que él la besaba, que siempre se alejaba de el en las escenas más ardientes, y él no hacía nada más que abrazarla y besarla de una manera que la hacia temblar de emoción cada vez que eso ocurría, el vestido quedo muy estropeado e iban a tirarlo, pero ella se lo pidió a estilismo y lo mando arreglar, jamás desde ese día se lo había puesto, por que Miguel se lo habría echado, cada minuto que pasaba ella estaba todavía más intrigada a donde la llevaría.
 -Bueno ya esta, vamos. –La miro sonriendo
-Dime dónde me llevas, ya, o no voy, tú decides.
 -Eres como una niña, todo te lo tengo que contar, es una sorpresa y ya está.
 -Bueno ahora me enterare cuando este en el avión, dirán avión destino donde sea.
Él se sacó del bolsillo un mp3, con sus cascos. Ella se sonrió estaba claro que no se iba enterar hasta que llegaran, él hizo una última llamada y hablo con alguien, ella estaba toda pendiente de él.
 -bueno ya has reservado, cual es el hotel, vale y lo otro que te dije, vale. –colgó el teléfono.
Cogieron el avión, pero el ya no pudo mas estaba agotado y se echo en el hombro de ella, y se durmió, ella mientras le acariciaba la mano que la tenia encima de su pierna, como se podía sentir tanta presión el corazón cuando tenía uno a la persona amada tan cerca, si se pudiera parar un solo instante seria este tan sencillo, e inolvidable.
Por micrófono dijeron: Estamos llegando a París aeropuerto de Orly, póngase los cinturones vamos a aterrizar.
A ella le encantaba Paris la ciudad del amor, siempre le había gustado, y no había ido nunca, por los estudios, por la serie, por todo, pero él lo sabia cuando hacían descansos entre escenas y escenas, los dos hablaban mucho y ella le había dicho que para ella si había una ciudad de la máxima expresión del amor era Paris. Él seguía dormido pero no pudo remediarlo le beso los labios y él despertó y la miro.
 -Me gustaría que todos mis despertares fueran tan dulces como este.
-Estamos llegando a París ponte el cinturón.
Llegaron a Paris se hospedaron en una Suite bellísima y sumamente cara, pero él no escatimo gastos para hacerla feliz, era súper tarde y los dos estaban súper cansados aparte de la noche anterior tan intensa que habían pasado, se fueron a dormir pronto, pero como él era el que le había echo la maleta a ella se le había olvidado algo tan básico como un pijama, no era porque le llevara uno de franela, vamos ni un camisón súper sexy pero si algo para dormir, no iba estar siempre en ropa interior bueno volvió a pensar, hombres, al final tuvieron que compartir un pijama de él los dos, él se puso el pantalón y ella la camisa, eso si bien acurrucaditos pero el cansancio les pudo enseguida, al otro día ella fue la primera en levantarse, se asomo por la terraza, desde allí se podía ver la bella torre infiel, que bonita y hermosa era, tan diferente a todo los demás que había visto, se moría por verla, quería verlo todo. Se vistió y le llamo a él se marcharon de turismo primero fueron a ver el Museo del Louvre, luego la Catedral de Notre dame, luego estuvieron de compras por los campos elíseos, se hicieron fotos en el arco del triunfo.
Todo París era hermoso, se sentaron en una terraza a tomarse algo y él le dijo que le esperara un momento que iba entrar en una galería a mirar un regalo para su madre, él se fue, a una joyería y miro un detalle para su madre y luego vio algo que le encanto era un corazón con un rubí en el medio, le dijo al dependiente que se lo enseñara era precioso, al abrirlo se podía poner una foto dentro, le pregunto si podía poner unas letras detrás, cuando lo tendría, por que le corría prisa, le dijo que se lo podía poner urgente, le dijo que se lo mandara al hotel, haber si podía ser esta misma noche. Volvió con ella a la terraza.
-te podía haber dado mi opinión, me has dejado aquí, Miguel quiero ir a ver la torre infiel.
-No todavía no, esta noche tengo reservada una cena muy especial y quiero que te pongas muy guapa.
-Miguel si solo me has echado en la maleta el vestido rojo.
-Es que quiero que te pongas ese vestido esta noche, esta es mi sorpresa pero quiero una cosa, quiero pedirte, un deseo que tengo. –Ella le miro muy sutilmente, que desearía, le sonrió, afirmo con la cabeza –quiero que te peines como el día de la premier con el pelo recogido, igual que aquel día.
-Porque, dímelo.
-Por qué te da un aire inocente que me encanta, y porque me encanta tu cuello.
Los dos se besaron y volvieron cerca del hotel, ella se quedo en la peluquería y le recogieron su bello pelo rubio, se miró al espejo estaba igual que ese día, subió a la habitación y se puso el famoso vestido rojo, que arreglado estaba precioso, claro esta vez no llevaba la faja esa que la dejaba sin respiración, pues claro ahora le hacia un escote al ser tan apretado, el vestido se había convertido en un vestido súper sexy, bueno no tenia otra cosa que ponerse, en ese momento se abrió la puerta entro él, vestido con el mismo traje que llevaba en la premier, y esa camisa tan sexy que le dejaba entrever su bello torso, él se quedó con la boca abierta y no pudo cerrarla en un buen rato, se le acelero el corazón a tal velocidad como si una locomotora se tratara, se acerco a ella y la abrazo y la beso apasionadamente, fue tan intenso como cuando se para todo alrededor, uno no sabe en que dimensión esta.
-Ahora no quiero que salgas con ese vestido, por que todo el mundo cuando te vea, no va a poder dejar de mirarte, ahora estoy celoso y todo, de que te pongas ese vestido, yo no pensaba que fuera tan sexy.
-Es que me pusieron una faja debajo que me apretaba y ahora pues soy yo originalmente, con mi pecho y todo.
-Date la vuelta –él saco del bolsillo el corazón con el rubí, se lo puso al cuello, se lo abrocho suavemente. Ella lo cogió con la mano y lo miro, era precioso y ponía debajo una inscripción, Te amo Miguel. Él la abrazo y empezó a besarle fuertemente el cuello y una mano la apretó fuertemente por la parte delantera cerca del escote, y con la otra fue suavemente subiendo por su pierna.
-Para. –le cogió la mano antes de que subiera mas aun. –no íbamos a ir algún sitio. –él se sonrió; La cogió de la mano y se marcharon.

Cuando llegaron al sitio ella sonrió, y se emocionó a la vez, él la abrazo y la beso en el pelo mientras subían en el ascensor, él la miraba con deseo, y ella se mordía el labio, pero tendrían que esperar todavía, el ascensor le llevo al último piso, y por fin lo vio desde arriba allí estaba todo París, le había llevado a la torre infiel, a cenar a un restaurante que hay en el último piso y que es exclusivo para gente con un alto nivel, desde allí mientras cenabas podías ver parís iluminado, no había imagen más hermosa que esa, y si estabas acompañado con la persona que más amas en el mundo mejor, en la cena compartieron risas, y caricias y la gran pregunta cuando sentiste algo especial por mí la primera vez:
-él día que te conocí ya sentí algo especial, tú me miraste con una mirada suave a los ojos, me enamore de tus ojos nada mas verlos. Luego poco a poco sentía un cosquilleo cuando estábamos juntos en cada escena. Y tú.
-Pues yo me ponía muy nerviosa cuando estábamos juntos, pero cuando empecé a hacer la serie yo estaba muy enamorada de mi anterior novio y el corazón manda, sentí algo especial cuando rodamos la escena en que te ponías a un centímetro de mis labios y me acariciabas suavemente, y llego un momento que empecé a dudar de mis sentimientos hacia ti, pero hasta que no te vi marchar no me di cuenta de lo mucho que te amaba, es verdad lo que dice él corazón que me amas.
-Te quiero, estoy enfermo de amor por ti, hasta de olvidarme todo lo demás que tengo pendiente que son muchas cosas en las que pensar, proyectos, y demás.
Después de cenar dieron un paseo por el rio Sena en el barco, él se quitó la chaqueta y se la puso a ella en los hombros, fueron abrazados todo el trayecto mientras observaban Paris de noche.
Llegaron al hotel él se sentó en la cama, y la miro a ella que estaba en el otro lado de la habitación, le hizo una señal con la mano para que se acercara, ella se quitó la chaqueta y se sentó encima de sus piernas los dos se miraron él la beso como lo hacía siempre con una pasión desbordante, con sus manos empezó a tocar sus bellos hombros hasta que empezó a bajar suavemente, entonces ella le cogió las manos, y los dos cayeron encima de la cama, ella encima de él, empezó a besarle los labios fuertemente luego bajo al cuello, luego le fue desabrochando la camisa con la boca, hasta que todo su maravilloso torso quedo desnudo fue besando cada rincón de su maravilloso cuerpo, desde su pecho fuerte y esbelto, hasta su tableta de chocolate, eso sí que era una tableta de chocolate y no el Valor, luego bajo al botón más erótico de todos el del pantalón, y luego él se soltó y le desabrocho el vestido, se unieron con un sinfín de besos y caricias y en un metro a la redonda oyeron sus gemidos de placer, vieron el amanecer juntos y se durmieron, mañana tenían que volver otra vez a sus vidas de siempre.

A la mañana siguiente fueron al aeropuerto para volver a Madrid, mientras esperaban a que dieran la salida para embarcar no hacían nada mas que besarse en los asientos del aeropuerto estaban los dos como dos quinceañeros, entonces él vio una máquina de esas de hacerse fotos y se metieron los dos para hacerse una foto juntos, él se sentó en el asiento y la cogió a ella, pero otra vez empezaron a besarse, la foto salto y los saco besándose, ella se levantó, volvió a echar otra moneda, de nuevo se sentó, y él otra vez estaba intentando besarla, le dio en la pierna y los dos sonrieron para la foto ella la quería para su corazón.
-Vamos a ver cómo ha salido. –hizo amago de levantarse y él tiro de ella empezaron a besarse otra vez, abrazarse.

Llegaron a Madrid algo así de las siete de la tarde recogieron el coche, se marcharon los dos para el ático de él, dejaron las bolsas en el comedor, y otra vez empezaron a besarse y a quitarse la ropa mientras iban a la habitación de él, pero entonces, había una chica en la cama, los dos pararon en seco.

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AMOR EN SERIE


AMOR EN SERIE



Sinopsis:
 
Miguel el actor más seductor de la televisión sale en una serie de éxito, guapo, sexy, encantador, deportis
ta, todas la mujeres suspiran por él, le adoran, su ultimo papel le ha lanzado al estrellato, pero su vida no le llena, su corazón guarda un secreto que no quiere revelar a nadie. Se ha marchado de la serie para no volver.
Amaia es la co-protagonista de su serie auto suficiente, sabe lo que quiere en la vida, los novios no le faltan, belleza tampoco, pero después que ha terminado de grabar, le echa mucho de menos, porque será, pero hoy tiene una entrega de premios, le volverá a ver, para decirle que…
Mientras grababan congeniaban bien, pero a veces no podían aguantarse que pasara…
Amor en serie nació como un Fan-fic pero ha llegado a ser más que eso, una historia que enamora, déjate llevar por la pasión…



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